2 miembros de cartel encontrados culpables de asesinato y otros cargos por la muerte del agente especial de ICE Jaime Zapata e intento de asesinato del agente especial de ICE Víctor Ávila
Un jurado federal encontró culpables a dos mexicanos hoy por el asesinato de un oficial federal, intento de asesinato de un oficial federal y otros cargos relacionados por la muerte del agente especial del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) Jaime Zapata y el intento de asesinato del agente especial de ICE Víctor Ávila el 15 de febrero de 2011 México.
El fiscal general Jeff Sessions, el fiscal general adjunto interino Kenneth A. Blanco de la División Penal del Departamento de Justicia, el fiscal federal del Distrito de Columbia Channing D. Phillips, el director interino de la FBI Andrew McCabe y el director interino de ICE Thomas D. Homan hicieron el anuncio.
Los acusados, José Emanuel García Sota, conocido como Juan Manuel Maldonado Amezcua y apodado Zafado, 36, de San Luis Potosí, México y Jesús Iván Quezada Piña, conocido como Loco, de Matamoros, México se encuentran entre los siete nacionales mexicanos extraditados a los Estados Unidos bajo cargos federales en este caso.
“Los carteles de droga traen muerte y destrucción a través de nuestra frontera sureña y venden drogas que roban vidas por todo América,” dijo el fiscal general Sessions. “El trabajo que nuestros oficiales de ICE realizan todos los días para mantener a estos delincuentes fuera de nuestro país y resguardar nuestra frontera es heroico y hace que todos estemos más seguros. Las condenas de estos dos miembros de cartel hoy por el horrible asesinato del agente de ICE Jaime Zapata en México es el próximo paso de los esfuerzos continuos del Departamento de Justicia para desbandar a los carteles y llevarlos ante la justicia.”
“Los veredictos de culpabilidad de hoy de aquellos responsables por el asesinato del agente especial de ICE Jaime Zapata y el intento de asesinato del agente especial Víctor Ávila son un importante paso hacia adelante para la policía mientras continuamos nuestro camino en el sendero hacia la justicia,” dijo el director interino McCabe. “Como he dicho anteriormente, un ataque contra un agente federal sirviendo a su país sigue siendo una prioridad fundamental para la FBI. El veredicto de hoy demuestra que no descansaremos hasta que aquellos responsables por este ataque horrible y la pérdida de un colega sean llevados ante la justicia.”
García Sota y Quezada Piña fueron encontrados culpables de cuatro delitos federales: asesinato de un oficial o empleado de los Estados Unidos; intento de asesinato de un oficial o empleado de los Estados Unidos; intento de asesinato de una persona protegida internacionalmente; además de utilizar, portar, blandir y disparar un arma de fuego durante y en relación con un delito de violencia causando la muerte. Los veredictos fueron emitidos tras un juicio que comenzó el 10 de julio en la corte de distrito federal del Distrito de Columbia, durante el cual el gobierno presentó testimonio de 22 testigos, incluyendo el agente especial Ávila. El Honorable Juez Superior Royce C. Lamberth programó una audiencia de evaluación del caso para el 29 de agosto. La fecha para la sentencia aún no ha sido programada. Ambos acusados enfrentan penas obligatorias de cadena perpetua por la condena de asesinato.
Según la evidencia presentada en el juicio por el gobierno, ambos García Sota y Quezada Piña eran miembros de escuadrones de asesinos de Los Zetas, o “estacas,” y se encontraban cumpliendo una misión de tiroteos ese día para robar vehículos para uso en operaciones del cartel. La tarde del 15 de febrero de 2011, García Sota y Quezada Piña se encontraban entre un grupo de miembros del cartel dirigidos contra un vehículo blindado modelo Chevrolet Suburban, el cual llevaba matrículas diplomáticas y era conducido por los agencies especiales en una autopista muy transitada en el sur de San Luis Potosí. El agente especial Zapata y el agente especial Ávila se encontraban en misión oficial, dirigidos hacia el sur de la Ciudad de México, cuando ocurrió el ataque. Durante la emboscada, los miembros del cartel dispararon hacia el vehículo de los agentes con pistolas y armas semiautomáticas, incluyendo rifles de asalto AK-47 y AR-15. El agente especial Zapata, 32, murió a tiros, mientras que el agente especial Ávila, en ese entonces de 38 años de edad, fue herido. Los investigadores luego encontraron aproximadamente 90 casquillos de bala en la escena, según la evidencia presentada en el juicio.
Otros cinco acusados, todos nacionales mexicanos, se habían declarado culpables previamente de cargos federales en este caso. Rubén Darío Venegas Rivera, conocido como Catracho, 29; José Ismael Nava Villagrán, conocido como Cacho, 35; Julián Zapata Espinoza, conocido como Piolín, 36 y Alfredo Gastón Mendoza Hernández, conocido como Camarón, 34, se declararon culpables de cargos federales de asesinato e intento de asesinato entre agosto de 2011 y octubre de 2016. El quinto acusado, Francisco Carbajal Flores, conocido como Dálmata, 42, se declaró culpable en enero de 2012 de conspiración para gestionar los asuntos de una empresa mediante un patrón de actividades de chantaje/crimen organizado y de actuar como encubridor/cómplice después de la comisión del asesinato e intento de asesinato de los agentes de ICE. Todos los cinco acusados se encuentran a la espera de sus penas.
Este caso fue investigado por la FBI, con ayuda sustancial de ICE, la Oficina de Control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, la Administración para el Control de Drogas, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU., el Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado de EE. UU. y el Servicio de Alguaciles de EE. UU. El Gobierno de México también brindó asistencia considerable durante el transcurso de la investigación y etapas de enjuiciamiento del caso.
Este caso fue procesado por los fiscales federales adjuntos Michael C. DiLorenzo y Fernando Campoamor-Sánchez de la Sección de Seguridad Nacional de la fiscalía federal del Distrito de Columbia y los abogados litigantes David Karpel y Karen Seifert de la Sección de Crimen Organizado y Pandillas y de la Sección de Narcóticos y Drogas Peligrosas de la División Penal. La antigua jefa adjunta auxiliar Andrea Goldbarg de la Sección de Narcóticos y Drogas Peligrosas y la fiscal federal adjunta Jocelyn Ballantine de la fiscalía federal también sirvieron como miembros del equipo de enjuiciamiento en las fases iniciales de la litigación. La División Penal de la Oficina de Relaciones Internacionales también brindó asistencia considerable.
Otros que brindaron su asistencia incluyen a la defensora de víctimas y testigos Yvonne Bryant, el paralegal especialista Mac Caille Petursson de la fiscalía federal y la paralegal especialista Alejandra Arias de la Sección de Narcóticos y Drogas Peligrosas.